Articulo sobre Paganismo


 
La Revista Aither El Alma del Mundo, ha publicado en su más reciente número un artículo mío sobre Paganismo.

Aither es el órgano informativo del grupo Carpe Diem Interfé, A.C, principal promotor de que se realice en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, México el Parlamento de las Religiones del Mundo en el año 2014.

He aquí el enlace, espero lo disfruten y compartan sus opiniones.



Bendiciones

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Qué se mueve dentro de nosotros...?




¿Qué se mueve en vosotros cuando oís la palabra "paganismo"? Es un término genérico, lo sé. Además, a fuerza de repetirlo ha quedado en cierta medida anquilosado; pero también, digamos, blindado. Protegido, por ejemplo, de los desarrollos de la sacralidad a partir del tiempo de la Revolución de 1789, de la efervescencia de nuevas religiones sin fundamento alguno, de la confusión estética con la ética y de la ética con la estupidez. Hablar de paganismo como nueva manera de reformar y reformarnos en el mundo no es intentar subirse al carro de un nuevo grupúsculo o colectivo, sino sencillamente reconocernos como seres humanos con capacidad trascendente (aunque sea la trascendencia de lo inmanente), despositarios de un legado cuya merma es constante por parte de los poderes públicos (y de quienes se hallan por encima de los públicos) y, sobre todo, sabedores de que sólo a partir de un arraigo con verdades esenciales y pretéritas podemos encajar en un territorio inhóspito, la Europa de hoy.

Josep Carles Laínez

Manifiesto Pagano

Al Rescate de Antiguos Credos

Del boletín oficial de una de las organizaciones líderes del paganismo europeo, extractamos la siguiente declaración de principios sobre un posicionamiento ante la espiritualidad, que puede tener tantas interpretaciones como adeptos.

Tomado de la Revista Uno Mismo No. 201, Argentina

Extractado a su vez de Pagan Dawn, órgano de The Pagan Association

El paganismo es un estilo espiritual de vida cuyas raíces se hallan en las antiguas religiones de la naturaleza de todo el mundo. Se enraiza principalmente en las religiones de la vieja Europa, aunque muchos adherentes también consideran valiosas las creencias aborígenes de otros continentes.

Ante todo, celebramos la santidad de la naturaleza, reconociendo lo Divino, ese vasto e incognoscible espíritu que atraviesa el universo, en todas las cosas. Este credo en lo sagrado de todas las cosas puede encontrarse en el mundo entero. Los paganos lo consideramos como nuestra herencia, interpretando muchas de las creencias y valores ancestrales mediante formas que se adaptan a la vida moderna. Esas interpretaciones pueden basarse en el folclore, el mito o la evidencia arqueológica. Lo importante no es la validez histórica o el realismo político de tales visiones, sino la dirección hacia la cual sus aspiraciones canalizan la energía, el potencial y la creatividad de los seres humanos.

Los paganos honramos lo Divino en todos sus aspectos, considerando lo femenino y lo masculino como partes del todo sagrado. Para un pagano, cada hombre, mujer y niño es algo único y hermoso. Los bosques y los espacios abiertos de la Tierra, hogar de pájaros y animales salvajes, son muy valorados.

El paganismo enfatiza la experiencia espiritual personal, y, por lo general, descubrimos esa experiencia a través de nuestra relación con el mundo natural que tanto amamos. Solemos buscar la unión con la divinidad mediante la armonía con las corrientes de la naturaleza y la exploración del propio mundo interior. Esto significa encontrarse con lo Divino cara a cara, cualquiera que sea la forma en que lo percibimos, dentro de nuestra propia experiencia, en vez de depender de un intermediario.

Aunque algunos caminos tienen sus líderes y sus maestros, estos actúan como facilitadores, utilizando su propia sabiduría y experiencia para guiar a aquellos que están bajo su responsabilidad a descubrir su propio sentido e interpretación de lo Divino. Con frecuencia, los ritos se realizan los días de cambio de estaciones, de las fases del Sol y la Luna, y en épocas de transición dentro de nuestras vidas, para ayudarnos a armonizar con nuestros propios ciclos naturales.

Dentro de la amplia banda del paganismo hay una gran variedad de matices. Ello refleja el alcance de nuestra experiencia espiritual, dado que creemos que cada uno es único, y por lo tanto la espiritualidad de cada uno también debe ser única. Algunos paganos creen en una multiplicidad de dioses y diosas, cuyos nombres son familiares gracias a la mitología y el folclore europeo. Otros siguen a una Fuerza de Vida que carece de un género específico; y otros son devotos de una pareja cósmica de Dios y Diosa o el Señor y la Señora.

Celebramos nuestra diversidad porque creemos que cada persona debe encontrar su espiritualidad siguiendo los dictados de la voz silenciosa de su propia alma. Por esta razón respetamos a todas las religiones sinceras y no hacemos proselitismo ni buscamos convertir a nadie para nuestro credo. Lo único que les pedimos a las otras religiones, y a la sociedad en general, es tolerancia.

En estos tiempos de desarrollo de la ecoconciencia, los paganos solemos estar en las primeras filas de la lucha por el medio ambiente. Los paganos de todo el mundo respetamos los derechos de cada alma viviente, sea humana, animal, vegetal o mineral. Somos conscientes del proceso de causa y efecto que tienen la acción y el pensamiento sobre las distintas criaturas de la Tierra. Cada uno de nosotros acepta la propia responsabilidad en cada cosa que hace.

Alentamos el libre pensamiento, la imaginación creativa y las destrezas humanas prácticas que son necesarias para vivir la vida en armonía con los ritmos del mundo natural. Nos regocijamos ante el hecho de que nuestras antiguas creencias hoy sean compartidas por mucha gente. Estos credos son la herencia legada por nuestros lejanos ancestros y también la responsabilidad que quedará en manos de nuestros descendientes.

Por último, a aquellos que han sido tocados por la belleza de la Tierra verde, la Luna blanca y el Sol radiante, y a aquellos que aman la majestuosidad de toda vida, les decimos:

no están solos.

Una versión de este mismo texto se encuentra en www.vidapagana.com, bajo la autoría de Dragón Azabache pero sin citar la fuente original.

Más características del Paganismo


Otras características remarcables del paganismo son la unidad de lo sagrado y lo profano, el concepto cíclico o esférico del tiempo (frente a la escatología de la salvación o el progreso, donde el tiempo tiene un propósito que es la salvación fuera de un mundo que es considerado degradado), el rechazo a considerar a la naturaleza como propiedad privada del hombre, que puede explotarla y destruirla de forma arbitraria; la alternación de la sensualidad y la estética, una apología constante de la fuerza vital ("sí a la vida" de Nietzsche); la idea según la cual el mundo no es creado, sino que es un cambio constante, sin principio ni final; el sentido trágico de la vida y el rechazo de todo nihilismo; el culto a los ancestros, la sucesión de las generaciones, la fidelidad a los amigos, a los familiares y a las tradiciones (lo que no implica un tradicionalismo de museo), el arraigo en una patria, y el rechazo de cualquier revelación universal y por ende de cualquier universalismo, fanatismo, fatalismo, dogmatismo y proselitismo forzado. Y agregaré que el paganismo reconcilia constantemente a los opuestos en una unidad armoniosa, alejada de cualquier uniformidad.


Guillaume Faye


Importancia del Paganismo

En la India descubrí aquello que más tarde llamaría yo la «religiosidad cósmica», es decir, la manifestación de lo sagrado a través de los objetos o de los ritmos cósmicos: un árbol, un manantial, la primavera. Esta religión, viva aún en la India, es la misma contra la que lucharon los profetas, y con razón, puesto que Israel era el depositario de una revelación religiosa distinta. El monoteísmo mosaico el conocimiento personal de un Dios que interviene en la historia y que no manifiesta su fuerza únicamente a través de los ritmos de la naturaleza, a través del cosmos, como los dioses de las religiones politeístas. Ya sabe que este tipo de religión cósmica al que damos el nombre de «politeísmo» o «paganismo» estaba muy desacreditado no sólo entre los teólogos, sino también entre ciertos historiadores de las religiones. Yo viví entre paganos, viví entre gentes que participaban de lo sagrado a través de sus dioses. Y sus dioses eran figuras o expresiones del misterio del universo, de esta fuente inagotable de creación, de vida y de bienaventuranza... A partir de ahí comprendí el interés que todo ello implicaba para la historia general de las religiones. En resumen, se trataba de descubrir la importancia y el valor espiritual de lo que llamamos el «paganismo».

Mircea Eliade

Mantener los mitos

Los mitos representan la sabiduría de la especie, mediante la cual la humanidad ha madurado a lo largo de los milenios. El estudio de la mitología nos enseña a conocer y a sintonizar el horizonte mayor de nuestro reservorio interior, profundo y sabio. Y en forma análoga, la sociedad que aprecia sus mitos y los mantiene vivos se nutrirá de los estratos más ricos y sólidos del espíritu humano.


Joseph Campbell

La Religión de la Naturaleza


Sin discutir ahora cuáles sean los fundamentos metafísicos, ya de la religión, ya de una religión en especial, basta con que comprobada como está por los sociólogos la necesidad humana del fenómeno religioso para disciplina y orientación de las sociedades, consignemos, a modo de corolario, que más disciplinará y orientará a las sociedades aquella religión que más cerca esté de la Naturaleza. Esa religión, por estar más cerca de la Naturaleza, más directamente puede actuar sobre los hombres, más les puede influir en el sentido de que no se desvíen de las leyes naturales que fundamentalmente rigen a la vida humana, porque a toda vida más pueden estimular y dirigir las actividades del espíritu humano, porque menos traba a las otras, dejando por ello más libres a éstas.

Sentado esto, puede demostrarse con facilidad que la religión llamada pagana es la más natural de todas.

Se apoya esta demostración fácil en tres razonamientos sencillos.

La religión pagana es politeísta. Ahora bien, la naturaleza es plural. La naturaleza, naturalmente, no se nos aparece como un conjunto, sino como “muchas cosas”. No podemos afirmar positivamente, sin el auxilio de un raciocinio mediador, sin la intervención de la inteligencia en la experiencia directa, que exista, de verdad, un conjunto llamado Universo, que haya una unidad, una cosa que sea una, designable por naturaleza. La realidad, para nosotros, se nos aparece directamente plural. El hecho de que refiramos todas nuestras sensaciones a nuestra conciencia individual es el que impone una unificación falsa (experimentalmente falsa) a la pluralidad con que se nos manifiestan las cosas. Ahora bien, la religión se nos manifiesta, se nos presenta como realidad exterior. Debe por lo tanto responder a lo distintivo fundamental de la realidad exterior. Este distintivo es la pluralidad de cosas. La pluralidad de dioses, en consecuencia, es el primer distintivo emblemático de una religión que sea natural.

La religión pagana es humana. Los actos de los dioses paganos son actos de los hombres magnificados; son del mismo género, pero a escala mayor, a escala divina. Los dioses no se salen de la humanidad rechazándola, sino excediéndola, como los semidioses. La naturaleza divina, para el pagano, no es antihumana al mismo tiempo que sobrehumana: es simplemente sobrehumana. Así, sobre estar de acuerdo con la naturaleza en cuanto puro mundo exterior, la religión pagana está de acuerdo con la naturaleza en cuanto a humanidad.

Finalmente, la religión pagana es política. Es decir, es parte de la vida de la ciudad o del estado, no tiene por fin el universalismo. No trata de imponerse a otros pueblos, sino de recibir de ellos. Está así, de acuerdo con el principio esencial de la civilización que es la síntesis, en una nación, de todas las posibles influencias de todas las demás naciones -criterio del que sólo se apartan los criterios estrechamente nacionalistas, que son el provincianismo de la cultura, y los criterios imperialistas, que pertenecen a la decadencia-. Nunca se ha visto a una nación fuerte ser conservadora, ni a una nación sana ser imperialista. Quiere imponerse quien no puede ya transformarse. Quiere dar quien ya no puede recibir. Pero quien no puede transformarse se ha paralizado en verdad; y quien no puede recibir se ha paralizado también.

Fernando Pessoa


Lo que no puede ser llamado "pagano"


El paganismo esta diamétricamente opuesto al desorden y a la destrucción de las energías vitales que se observa en el Occidente contemporáneo. Su espacio comienza (de la palabra griega "comey", organizar) con la unión de los opuestos aparentes, las fuerzas dionisiacas de la sensualidad y el disfrute y con la necesidad apolínea de control y orden. Todo aquello que dañe la existencia saludable del pueblo, la naturaleza orgánica de la polis o el Estado (en el sentido romano del término) no puede ser llamado "pagano". El pagano no debe ser ni puritano ni pansexualista (que como extremismos están muy cercanos unos a otro) ni anárquico ni tirano (el segundo se origina del primero).


Guillaume Faye

En qué consiste el Politeísmo

El tema del politeísmo consiste en honrar a todos los lados. La idea no es vencer o ser vencido. No hay un líder unificador y jerárquico.

En el contexto del politeísmo, es virtuoso no ser integrado y centrado, sino ser flexible, abarcador, tolerante, paciente y complejo. Las variedades de la experiencia no tienen por qué ser armonizadas. El equilibrio, la integración y la completitud, valores importantes para una psicología monoteísta, no tienen lugar en el politeísmo, que exige el ensanchamiento del corazón y de la imaginación. El alma politeísta está ricamente tramada y tejida. Tiene muchas cualidades de carácter y es el teatro donde se actúan muchas historias, y se reflejan muchos sueños.

Thomas Moore

Acercamiento al paganismo


El desechar aquello que es catalogado como pagano constituye la adhesión a una categorización arbitraria, que no hace más que inhibir una parte de la herencia cultural del mundo, al tiempo que nos priva de otras cosmovisiones. El acercamiento, por el contrario, puede llevar a recuperar parte de los valores y creencias que posibilitarían una realidad mejor, que hoy se halla deformada por la moralidad impuesta por las religiones dominantes.

Sara Eugenia Arellano